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Ser Piercer y Estar en Contra el Acoso es Luchar Contra la Misoginia


Ser perforador y estar en contra del acoso es luchar contra la misoginia.

Aunque el mundo del piercing debería ser un espacio seguro para las mujeres y personas LGBTQIAPNB (incluso por respeto a los grupos implicados en el surgimiento como forma de expresión, enfrentamiento y resistencia), no podemos olvidar que vivimos en una sociedad que no ha superado el machismo, el racismo, la Igbtqifobia, capacitismo y otras formas de prejuicio. El hecho de que hayamos sido creados en esta sociedad que es patriarcal, en la cual las mujeres tienen aun menos oportunidades que los hombres, y frecuentemente suelen ser tratadas como objetos, es algo que se le refleja no solo en caso brutales y comunes de feminicidio, violación, violencia doméstica y relaciones abusivas, sino no también en el ejercicio de nuestra profesión. Muchas perforadoras ya sufrieron acoso de sus clientes, de sus compañeros de trabajo, de sus jefes... Es urgente hablar sobre acoso, muchas y cuantas veces sea necesario, hasta que todos entiendan y respeten nuestros cuerpos y nuestra salud mental.

Del punto de vista jurídico, el acoso es constituído por una série de conductas inaceptables, con implicaciones laborales, civiles y penales previstas por la legislación brasileña. En relación con el acoso sexual cometido por un Jefe o Supervisor el artículo 216-A del Código Penal dispone que "avergonzar a alguien con la intención de obtener ventaja o favorecimiento sexual prevaleciendose el agente de su condición de superior jerárquico o ascendencia inherente al ejercicio de trabajo, cargo o función" podra ser sancionado con prisión de 1 a 2 años. Éste crímen prevé expresamente una de jerarquía como la que existe entre el empleador y empleado, profesor y alumno, y así sucesivamente.

Son conductas que pueden ser considerados acoso sexual: chantaje dirigido a obtención de favores sexuales; amenaza de despido en caso de negación; conversaciones no deseadas de naturaleza sexual; bromas o uso de expresiones de contenido sexual dirigidos a la víctima; contacto físico sin consentimiento; cumplidos o "elogios" insistentes, especialmente si la persona ya se ha sentido incomoda con eso; miradas invasivas sobre la víctima, principalmente dirigidas a sus partes íntimas; insinuaciones explícitas o veladas, gestos y palabras.

Es importante hablar también sobre acoso moral que es frecuente cuando hay negación sobre una agresión sexual. El acoso moral es constituído por actos, abusivos y repetitivos como palabras, comportamientos y gestos que humillan y descalifican al trabajador o trabajadora, causando dolor sufrimiento en el ambiente de trabajo.

Algunos ejemplos son: insultos personales, comentarios desagradables, exposición al ridículo, asignar tareas incompatibles con la función de la víctima, atribuirle a ella/el errores imaginarios ignorar completamente su presencia; dudar de su capacidad y competencia; despreciar el trabajo realizado, amenazar y obligar; sobrecargar de tareas; exigir, sin necesidad, trabajos urgentes; revista vejatoria: restricción en el uso de baños entre otros.

Aunque acoso moral aún no sea considerado crimen hay un proyecto de ley ya aprovado por la camara de los diputados, aguardando votación en el Senado Federal tales comportamientos pueden generar daño moral y la víctima puede buscar justicia laboral.

Sobre el acoso cometido cuando no hay relación jerárquica entre el acosador y la víctima, existe también el delito de acoso sexual, contenido en el artículo 215-A, que consiste en "practicar contra alguien y sin su consentimiento un acto libidinoso con el objetivo de satisfacer la lujuria propia o ajena", que puede llevar al agresor a cumplir pena de prisión de 1 a 5 años, en caso el crímen no sea tan grave. Éste tipo penal incluye actos que pueden ser cometidos por clientes, como por ejemplo pasar la mano en las partes íntimas de la víctima, frotar la víctima, dar un beso forzado, entre otras conductas físicas en las cuales no hay el consentimiento. Aquí no hay previsión de otros comportamientos más sutiles, pero que son también, a nuestro parecer acoso, como el delito anterior.

Qué tienen en común estas conductas? Todas afectan profundamente la autoestima de las personas acosadas socavando su autoconfianza y salud mental. En relación al tema, la Organización Internacional del Trabajo reconoció en su convención 190, que la violencia de género y el acoso en el mundo del trabajo constituyen una violación de derechos humanos, amenazando la igualdad de oportunidades, lo que hace que esas prácticas sean incompatibles con el trabajo digno. El estado brasilero lamentablemente aún no ha ratificado esta convención.

Los efectos de los diferentes tipos de acoso pueden generar daños psicológicos a las víctimas e incluso a la salud en general, causando ansiedad, depresión, inseguridad, pánico, apatía, insomnio, irritabilidad, hipertención, taquicardia, ataques de asma dermatitis, dolores de cabeza y/o musculares, gastritis, enfermedad coronária, aislamiento social, abuso de alcohol y otras sustancias, entre muchas otras consequencias.

Estoy sufriendo acoso en el trabajo. Qué hacer?

-Anotar todas las agresiones sufridas, con fecha, hora, lugar, nombre del agresor, personas que fueron testigos del hecho (si es posible con nombre completo y número de contacto) describiendo los hechos y el contenido de la conversación, guardar correos electrónicos, mensajes y audios de celular.

-Dar visibilidad, buscar ayuda de colegas confiables, de aquellos que presenciaron los hechos o que también sufren acoso por el agresor.

-Evitar conversar con el agresor cuando no haya testigos o estar solo con el.

-Buscar ayuda psicológica con amigos, familiares y profesionales.

Cuáles son los medios de ayuda y orientación?

-Marque 180

-Delegacia Especializada en atendimiento a la mujer.

-Centros de referencia para la mujer de su município.

-Consejo Municipal de derechos la mujer.

-Consejo Estatal de derechos de la mujer.

-Comision de defensa de los derechos humanos de la Camara de conserales de su municipio o de la Asamblea Legislativa de su estado.

-Superintendencias regionales de Trabajo y Empleo.

-Ministerio Público.

Es necesario romper con la cultura del acoso, que menosprecia e inferioriza las mujeres y otros grupos.

Actitudes comunes como silenciar las bromas, las insinuaciones misoginas, los "chistesitos", la poca presencia de mujeres en espacios de decisión y de poder y su presencia masiva en las tareas organizacionales (o en otras consideradas "aburridos" o "menores" por los hombres) también son ofensivas y crían el ambiente propício para el acoso moral y sexual. Cambiar eso implica que los integrantes de esa comunidad cuestionen sus propias prácticas en el día a día. La tarea de enfrentar el acoso no es apenas de las víctimas, está para más allá del género, color y orientación sexual. Ser perforador y estar en contra del acoso, es luchar, necesariamente contra el machismo, el racismo y la lgbtqifobia.




La opinión del columnista no es necesariamente una opinión del Coletivo Sala Solidária.

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Clara Belato

Nacida en Río de Janeiro / RJ, abogada y piercer trabaja con anodización.


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