Hoy en día, en medio de las perforaciones corporales surge un término que se dice nuevo destacandose y ganando significado própio para definir una práctica específica de la profesión. La perforación en bebes y recién nacidos usando métodos no apropiados para tales fines, pero famosos entre los usuarios de este eslogan: La perforación humanizada.
Primeramente es bueno, hacer algunas aclaraciones sobre el término en sí: "atendimiento humanizado" - la humanización de la práctica de un atendimiento siempre existió no solo en medio de los profesionales de la área de perforación, sino por todos lo que trabajan en el area de la salud (entre otras). Humanizar el atendimiento no es más que el procedimiento estándar, necesario e indispensable de todo el profesional (además de óbvio, pero no siempre realizado por todos) donde hacemos del cliente una prioridad, sus demandas atendidas, y priorizadas, un atendimiento personalizado, íntegro y cuidadoso. Así conseguimos observar que no debería ser considerado una práctica nueva y sí una práctica común y necesaria.
Cuando pensamos en humanización del cliente pensamos en: consentimiento /autorización, confianza y responsabilidades, un intercambio entre perforador y perforado, que estará recibiendo un trabajo que además de estético, estará directamente vinculado a la salud, lo que nos lleva a una atención mayor en todo proceso de perforar. Desde el producto usado para la limpieza de la sala hasta la elección de la joya, de la preparación del material hasta el procesamiento de los instrumentos del cuidado prévio al después que será hecho en casa por el cliente.
El consentimiento se hace como base, siendo el início de una perforación humanizada a partir de ahí, establecemos otros puntos que necesitan ser llevados en consideración para la ejecución de nuestro trabajo y cicatrización del mismo: presentación de materiales estériles y descartables, joyas biocompatibles al cuerpo, instrumento puntiagudo propio para la práctica de perforación corporal, ambiente propio y reglamentado para la realización del trabajo, equipos de bioseguridad, junto con el trabajo único de cada profesional y ayudar en el después de la perforación a su cliente. Despues de todo, fortalecer los lazos de atendimiento también hace con que, sea humano. Sin consentimiento no hay humanización.
El glamour de la practica humanizada, además de ser mencionada como nueva técnica, viene camuflada de varios símbolos presentados al público como forma de incentivar y relacionarse con algo correcto y necesario, con colores supuestamente dichos como "femeninos", delicados, frágiles, certificados de coraje y valentía, que hacen referencia a un momento de superación post-práctica, entre otros (el más característico se utiliza como ejemplo). Desafortunadamente ningúna de esas características hacen con que ésta perforación pase a ser menos cruel contra la integridad del niño que pasa entonces a ser marcada para una fácil identificación como niña, siendo así acaba de sufrir su primera violencia de género.
Parece muy fantasioso pero en términos populares el niño no dió su consentimiento por ser un recién nacido sin autonomía sobre su cuerpo, tiene sus orejas perforadas apenas por el consentimiento de su família, y el momento se presenta como "más humano", por el contacto con su madre, por los productos anestésicos utilizados para inhibir el dolor, por aplicadores que prometen no causar traumas y por zarcillos que son propios para tal acto.
Una perforación en la región del lóbulo se ve bien en una niña pero en contrapunto una perforación en otras partes de la oreja que tienen cartilage son mal vistos, pero ambos son considerados "piercings’’ por los profesionales del área.
La práctica cultural de la perforación en niños necesita ser más detallada en cuanto al proceso invasivo que no deja de ocurrir, independientemente de ser presentada como humana o no. La perforación corporal ocurre como uma consecuencia de eventos en el organismo que trabajan para cicatrizar el cuerpo extraño que es introducido en cualquier ser humano. Para que esa cicatrización suceda de forma correcta, a es necesario que ese objeto/piercing/zarcillo tenga un material que sea biocompatible con nuestro organismo, facilitando y disminuyendo los síntomas como: dolor, enrojecimiento, secreciones, hinchazon, reacciones, alérgicas y hasta la misma expulsión del objeto por procesos inflamatórios. El sistema inmunológico de un recién nacido aun no está listo y de desarrollado para soportar y recibir una perforación, además los zarcillos usados con mayor frecuencia no tienen las características necesarias para que los factores citados encima, sucedan de una manera saludable. El lugar de la perforación, por ser lóbulo, no hace con que el procedimiento sea menos invasivo que las otras perforaciones, y necesita recibir la misma atención.
Pero el proceso de cicatrización y sus fases son asuntos para un próximo texto. En este específico, necesitamos entender el motivo para existir esa gran necesidad de que "niñas recién nacidas" tengan sus orejas perforadas. Pero por qué solo se habla de niñas? Porque eso no es cosa de niños. Cuando el crezca, podrá pedir para colocar una argolla con una cruz o un spike (que son vistos socialmente como algo masculino), pero eso es una cosa que el decidirá, siguiendo lo que el quiere y lo que le gusta. Cuántos "niños" has visto con las orejas perforadas al nacer?
Sentiste el estigma verdad? Yo también.
La opinión del columnista no es necesariamente una opinión del Coletivo Sala Solidária.
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Sarah Petruz
Florianópolis/ SC - Body Piercer
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